La destitución del periodista colombiano, Daniel Coronel,
por parte de la revista Semana, -teniendo en cuenta que Donald Trump despidió al jefe del FBI en un intento por evitar una investigación de la posible intervención del presidente en la llamada “trama rusa”- resulta anecdótica. Y, mucho más, en un país como Colombia; carente de un rigor ético que sustente las reglas del juego político y social. Hablando en plata: en el país sudamericano, cada uno hace lo que le da la gana.
La destitución de Coronel seguiría siendo anecdótica si el New York Times -una de las cabeceras editoriales más prestigiosas y veraces del mundo-
no hubiera publicado una noticia de vital importancia para Colombia y que, la revista Semana, teniendo la misma información en su poder desde hacía algunos meses, por alguna razón aún desconocida, la había dejado “olvidada” en el cajón de los recuerdos.
Una vez más, las Fuerzas Armadas de Colombia son noticia, y no por algo para alabar;
su comandante en jefe, Nicasio Martinez, supuestamente, ordenó <<doblar el número de bajas y capturas>> de no se sabe quién. Un país que jamás podrá borrar el horror de los Falsos Positivos -el periódico inglés, The Guardian, habló de diez mil ejecutados extraoficialmente por el ejercito colombiano durante el gobierno de Álvaro Uribe Vélez- no se puede permitir ningún tipo de tolerancia acerca de hechos como estos. Colombia y los colombianos tendrán que vivir junto al dolor de las Madres de los Falsos Positivos, pero, no están obligados a ser nuevamente cómplices de hechos similares; han de ser firmes ante cualquier intento de reeditar esa etapa vergonzosa de la reciente historia del país.
He de reconocer que nunca he sido seguidor ni admirador de Daniel Coronel, si bien, su valor y arrojo a la hora de denunciar y señalar hechos y personas, me han hecho respetarle.
La revista Semana ha jugado a un número y ha fallado la apuesta; ocultar una información tan trascendental y despedir al que pregunta <<¿Por qué?>> solo le traerá oprobió y deshonor. Si antes, solo, medio la hojeaba, ahora sí que, no quedará ni en mi recuerdo. Supongo que, aquellos que aman la mentira y la corrupción, seguirán leyéndola cada semana; como si nada. Feliz jueves.
Freddie Uribe
totalmente de acuerdo, que triste ver que retrocedimos 8 años, y todo porque el protagonista del acuerdo no fue «otro’
Los egos y las patologías mal tratadas pueden ser una bomba de relojería.
Ud parece que odiara a colombia cuando crer todo lo que se dice en contra del ejercito colombiano y calla las atrocidades de las farc o es que esas masacres si son jutificables o es que ud es militante de ese grupo terrorista
Señor Rojas
Si usted lee detenidamente mi artículo podrá darse cuenta de que en ningún momento acuso personalmente a nadie; solo comento una noticia que es de dominio público -esa misma noticia ha salido publicada hoy en la BBC de Londres-. Y en cuanto a las masacres de las FARC también están bien documentadas y difundidas en la prensa mundial. Le agradezco su mensaje y espero que mi respuesta le aporte algo de claridad.
Freddie Uribe