Tres de los países más importantes del mundo -por tamaño y/o fortaleza económica- están en la actualidad en manos de hombres potencialmente peligrosos.
Bolsonaro, gobierna la bella Brasil a golpe de biblia protestante y de ideología cuasi-fascista. También, colocando a sus amigos y familiares en puestos estratégicos -el nuevo embajador de Brasil en los Estados Unidos será un Bolsonaro-; aquí en Europa eso tiene un nombre, y es, nepotismo.
Donald Trump ya lo ha dicho todo sentando a su primogénita Ivanka, hija de su matrimonio con la deportista y modelo checa Ivana Trump
-no sé cómo el Presidente puede atacar tanto a los inmigrantes si la madre de su querida hija nación en Zlín, Moravia- en el despacho Oval, y enviándola como su representante a cumbres de alto nivel para malestar de políticos y de la directora gerente del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde.
Y, ahora, nos llega Boris. El ex alcalde de Londres;
tuve la suerte o la desgracia de tenerlo como Mayor of the city of London durante los 6 años que residí en la ciudad del Támesis. Lo recuerdo como un auténtico payaso; un showman que hacía las delicias de la prensa cada vez que abría la boca o realizaba una de sus excentricidades. He de reconocer que jamás pensé que alguien tan vano y payasesco como mister Johnson pudiera llegar a ser Primer Ministro de Inglaterra, pero sí, es el nuevo flamante inquilino del número 10 de Downing Street.
Por todo esto, no es de extrañar que Colombia sea una casa de putas para la clase política que la gobierna
-con sus excepciones, claro-. Odebrecht y Sarmiento Angulo son dos piratas que saquean a plena luz del día el tesoro nacional con la ayuda del más inútil presidente de la república que haya tenido Colombia en toda su historia: Iván Duque.
Andrés Felipe Arias: El ex ministro favorito de Uribe Vélez que repartió los subsidios destinados para los pequeños y medianos productores agropecuarios entre las familias más ricas del país, ha vuelto como si nada;
familias “decentes” conformadas por narcotraficantes, faranduleros, reinas de la belleza, paramilitares y lo peor de cada casa, todos ellos, casualmente, donantes de la campaña presidencial del sociópata del ex presidente causante de Los Falsos Positivos, de las chuzadas y mil chanchullos más. Podría seguir y seguir, mas no tengo tiempo ni ganas, pues estoy seguro de que más de uno aplaude y aplaudirá todo lo que hagan estos desgraciados nombrados en este artículo.
Para terminar, me gustaría decir que apoyar a un corrupto; a un homófobo; a un asesino o simplemente, a un irresponsable como Boris Johnson, te convierte en uno de ellos.
Casualmente, he podido constatar que la mayoría de la gente que empatiza con esta clase de personajes son muy creyentes y gustan de tener las palabras “amén” y “Dios” entre sus labios. Pero no, señoras y señores; los castigos se pagan en esta vida y, si no los vemos con nuestros propios ojos, los verán nuestros hijos y los hijos de nuestros hijos. Avisados estáis. Feliz jueves
Buen replanteamiento , solo le faltó mostrar la faceta de Putin, otro reaccionario troglodita y que opina de Xi Ming y el bebé de Corea de Norte, igualitos en ambiciones a Álvaro Uribe con su consortes de seguidores retrasados mentales
Muchas gracias por su sugerencia; la tendré en cuenta. Feliz día